martes, 21 de abril de 2020

ZALEOS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

(contabilidad eclesiástica)
Será porque para ella su Dios es el "dueño" de todas las vidas, y además, y porque es eterno, para Él  no hay por tanto fases de la vida,  nada significan para Él infancia, juventud, madurez y vejez y decadencia, el caso es que para la Iglesia Católica, "una vida es una vida" sea la de quien sea, o sea, que a ella -a la Iglesia- le da igual que muera un Matusalén anciano de escasa esperanza de vida o una Julieta adolescente repleta de alegría y abundante esperanza de vida, pues a fin de cuentas son vidas que se pierden. Lo sorprendente es que los gobiernos y los (malos) economistas mediáticos les hayan "comprado" ese absurdo inhumano a la hora de analizar y tratar la presente epidemia.

(esta epidemia es una guerra)
Me dice Lucas: "Cuando el presidente del Gobierno se agarra a la idea de que la presente epidemia es una guerra, ¿significa esto que los pacientes asintomáticos son unos quintacolumnistas o que quienes han superado la enfermedad son espías? Y, entonces, si es así para él, ¿los va a tratar en consecuencia  como traidores, como vendidos?". Buena pregunta

(fiabilidad)
Alguien que, en una comparecencia pública, en un mensaje a la nación, es capaz de decir textualmente:  "En esta crisis sanitaria global,  España es solidaria con todos los países. Colaboraremos con  ellos y con ellas...", no es de fiar. Cabe sospechar que el absurdo lenguaje inclusivo, del que hace gala cansinamente, como un maligno cáncer cerebral, se ha extendido en él ya a las áreas del córtex donde se procesa la información y se toman decisiones racionales... y ya las ha arrasado.

(reconstrucción nacional)
Cuando el presidente del Gobierno se agarra a la idea de que es necesario una política de nacional para la "reconstrucción" para salir de la crisis del coronavirus, ¿qué quiere decir? ¿qué quiere "reconstruir"? Porque, que se sepa, el coronavirus no ataca a las edificaciones ni a las carreteras. No afecta al capital físico de la economía y sólo de manera reducida a su capital humano. Y es que la crisis económica no ha sido provocada por el coronavirus, sino por la respuesta del Gobierno ante la epidemia.

(de lo esencial y de lo básico)
Una vez más la escasísima cultura económica de las gentes y de los gobiernos les ha llevado a confundir lo esencial con lo básico. Lo primero está compuesto por el conjunto de productos, bienes y servicios,  que desde la demanda, o sea, como consumidores,  consideramos más que importante. Por ejemplo, y en estos tiempos de crisis sanitaria, los respiradores serían bienes esenciales, pues los enfermos graves los necesitan.
Lo segundo, lo básico,  y siguiendo al gran economista Piero Sraffa, es el conjunto de bienes y servicios que intervienen en todos los procesos de producción, en todos los sectores económicos. Y ciertamente, los respiradores por ejemplo no son productos básicos. En general no lo son los productos esenciales. Lo son, sin embargo, el gasoil, la electricidad, el humilde cartón... Y, entonces, si se quiere defender la autonomía nacional, ¿en qué tipo de bienes debería centrarse una política que buscara conseguirla? ¿en los productos básicos o en los esenciales?

(indicador social)
Nada más revelador del grado de degeneración moral al que ha caído un gobierno el que no haya tenido la menor duda en anteponer sistemáticamente el bienestar de sus perros al de sus niños. Nada más revelador del grado de degeneración moral al que ha caído la sociedad el que no haya tendido la menor duda en aceptarlo, democráticamente eso sí.

(nueva normalidad)
Cuando por fin pudo salir del confinamiento se dio cuenta de que el fascismo estaba allí. Esperándole.

(perversión del lenguaje)
Una sociedad  que llama héroes a los policías, a los basureros, a los maestros, a los repartidores, a los cajeros de supermercado o a los conductores de autobús por hacer su trabajo, por cumplir estrictamente su obligación, adolece de un gran problema, cual es que las palabras de su idioma con las que otorga valor y honra a aquellos de  sus miembros que se las merecen, ya no sabe qué significan. O, dicho de otra manera, es una sociedad en que ya nadie se las merece.

(argumento teológico)
Premisa 1º.- La probabilidad de que una persona al coger una mañana una cerveza en el supermercado haya escogido una que fue antes cogida y luego vuelta a colocarla en su lugar por otra  persona infectada por coronavirus aunque asintomática que, además, tuviese virus activos en su mano, y contagiase esa cerveza en particular es con total seguridad menor que la probabilidad de que Dios exista.
Premisa 2º.- El Gobierno, apoyado en los "expertos" epidemiólogos, quiere exigir que la gente entre en los supermercados con guantes y mascarillas pues está seguro que así evitará  contagios.
Conclusión: El Gobierno y sus expertos científicos son creyentes  pues, congruentemente con su exigencias, ha de estar seguro de que Dios existe.

(cuestión gramatical)
Si un paciente de cáncer de pulmón terminal muere, y tras analizarla se descubre en él la presencia del coronavirus, ¿Ha muerto por coronavirus o con coronavirus?

Sobre las consecuencias de definir la libertad

 Las palabras No son neutrales. O mejor, el sentido o significado de las palabras tiene su aquél , su importancia. Y no porque haya conflict...