Los viejos se repiten. Los viejos repetimos. Y es que..¿qué sentido tiene el agregar a los insultos y desastres que acarrea la vejez la melancolía inevitablemente asociada a ir a nuevos lugares, a nuevos sitios, cuyas potenciales satisfacciones y alegrías son para un viejo ya inalcanzables? Mejor repetir y disfrutar con el recuerdo de las alegrías y satisfacciones que en otro tiempo sí se alcanzaron.